La fiscalía ha archivado las diligencias iniciadas tras la intervención practicada en la talla policromada de San Jorge, de la iglesia de San Miguel de Estella, al no ver como constitutivos de delito sobre el patrimonio histórico los hechos denunciados por la Asociación de Conservadores Restauradores de España.
En la resolución se aprecia que los autores de la intervención en la escultura del siglo XVI llevaron a cabo "actuaciones ilícitas" sobre la talla, pero se posiciona a favor de una sanción administrativa y no penal.
El Gobierno foral, que días atrás hizo públicas las conclusiones de un informe técnico que constataba como "irreversibles" algunas de las actuaciones sufridas por la talla, envió este estudio a la fiscalía como parte de las diligencias, aunque solicitó al fiscal que le comunicara cuándo se cerraban las mismas para, una vez finalizada la vía penal, actuar en su caso según lo dispuesto por la Ley Foral de Patrimonio.
Se abriría así la puerta a la incoación de un expediente administrativo sancionador, una posibilidad que la propia fiscalía constata como "más exhaustiva y omnicomprensiva que la sanción penal", porque castiga no sólo los daños, aplicando el Código Penal, sino otro tipo de actuaciones, como no haber solicitado la preceptiva autorización para intervenir o la posible "pérdida de valores culturales" que ha sufrido la pieza.
En cuanto a la resolución de la fiscalía, es consecuencia de la denuncia interpuesta por la Asociación de Conservadores Restauradores de España contra la empresa Karmacolor de Estella, un taller de manualidades donde se pintó la talla del siglo XVI sin seguir los procedimientos y técnicas obligatorios en objetos artísticos e históricos catalogados.
(Efe)
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