José Luis Azcona, obispo emérito de la región de Marajó (Brasil), natural de Dicastillo, sigue luchando contra la trata de mujeres y la explotación sexual que sufren cientos de personas y que le cuesta recibir constantes amenazas de muerte por los llamados 'barones del tráfico de personas'.
José Luis Azcona Hermoso (Agustino Recoleto), que recientementre ha sido distinguido como Doctor Honoris Causa por la Universidad Federal de Pará (Brasil), es un tenaz defensor de los derechos humanos y la justicia social. Sus reiteradas denuncias le han convertido en un elemento incómodo para los intereses de aquellos que se enriquecen comerciando con la dignidad de los más desfavorecidos.
El prelado viene denunciando desde hace años el tráfico de armas y de drogas, la explotación sexual de niñas y niños y, especialmente, la trata de mujeres, así como la destrucción del medio ambiente en la región del Amazonas en la que desde hace décadas ejerce su misión pastoral.
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